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Carlos de Mesa imita campaña de Mauricio Macri (con mucho riesgo para la economía)

(Cambio).- Con el peso de las encuestas encima, la campaña de Carlos de Mesa dio un giro y comenzó a imitar la estrategia del ‘timbrazo’ aplicada por el entonces candidato argentino Mauricio Macri, y a emular parte de la estrategia que usó Gonzalo Sánchez de Lozada para desafiar a Manfred Reyes Villa.

Este giro estratégico de Comunidad Ciudadana (CC) dejó en el olvido (o minimizó) la campaña de “#YaEsDemasiado” que se vino aplicando hasta las pasadas semanas, especialmente mediante las redes sociales.

El énfasis distinto en la campaña de De Mesa se registró luego de la difusión de una encuesta nacional (urbana y rural) que evidenció que el presidente Evo Morales sería reelecto en primera vuelta el 20 de octubre, mientras Carlos de Mesa quedaría en segundo lugar con 11 puntos por debajo del primero, y Óscar Ortiz se situaría en un tercer puesto.

Probablemente esta tendencia cuantitativa (Evo sube, De Mesa baja y Ortiz asciende levemente) haya motivado al cuartel estratégico de CC a implementar algunas medidas, como buscar a los electores en su propio domicilio o alzar la voz para desafiar a un debate al candidato favorito en las encuestas (Evo Morales).

En el primer caso, Carlos de Mesa se fue a tocar puertas y timbres a Tarija, Yacuiba, Villa Montes, Macharetí, Boyuibe y otras ciudades. Allí buscó proximidad con la gente, tener una cercanía emocional con ellos y conocer sus reclamos. Para esas visitas optó por vestir de manera informal con un chaleco o camisa, ropa holgada y muchas sonrisas.

Sin embargo, esta táctica del candidato de meterse en carne y hueso a la casa de los votantes ya fue aplicada por el argentino Mauricio Macri en sus campañas local de 2007 y presidencial de 2015.

Macri tocaba timbres de los domicilios vestido con ropa informal, chaleco, camisa y mostrando una gran sonrisa.  La estrategia de Macri se denominó “Estoy con vos” y se popularizó como el ‘timbrazo’ (porque se tocaba el timbre de la casa de los electores argentinos) (Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=mOZtqsVf8_E ).

Estos elementos muestran que si la campaña de De Mesa no plagió la estrategia de Macri, al menos busca imitarla.

Sin embargo, hay un dato preocupante y que también tiene que ver con De Mesa y la Argentina en la era de Mauricio Macri.

Según el ministro de Economía, Luis Arce, las propuestas de los candidatos opositores (como De Mesa, Ortiz y otros) buscan “retornar al viejo modelo neoliberal” y aplicar recetas como en Argentina, donde se vive una crisis económica.

Según el portal América Economía, “Argentina atraviesa una crisis económica marcada por una tasa de inflación que está entre las más altas del mundo (…) Superior al 50% anual y alimentada por una fuerte depreciación del peso (…), la inflación golpeó la actividad económica e impulsó la pobreza”.

Algunos de los indicadores de esta crisis son:  el transporte público tuvo un incremento de al menos 200% y el pasaje de colectivos subió en un 233%. Además, según el portal noticioso Sputnik, entre 2016 y 2018 la electricidad se encareció 1.435%, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires.

Pero volviendo a la estrategia de campaña de Carlos de Mesa, esta también se tornó un tanto más agresiva ya que elevó el tono para insistir en el debate con Morales.

Esta táctica de forzar el debate ya fue aplicada en 2002 por Gonzalo Sánchez de Lozada (prófugo en EEUU tras la masacre de 2003) en su campaña negativa o de guerra sucia contra el entonces candidato favorito Manfred Reyes Villa (NFR).

La campaña fue diseñada por la empresa Greenberg Carville Shrum (GCS), que convirtió a Reyes Villa de un candidato “limpio” a uno “sucio”.

El desafío al debate buscaba que el favorito en las encuestas descienda.

Ahora, CC parece intentar/aplicar similar estrategia.

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