Se registró ayer en Beijing, la capital de China, el primer muerto por el coronavirus que está generando una angustia creciente en el mundo frente a los más de 82 fallecidos, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó la amenaza internacional de la epidemia a “alta”.
Mongolia se convirtió en el primer país que cierra las carreteras que le unen a China. Las personas procedentes de la provincia china de Hubei, la más afectada, no podrán entrar en Malasia, y Alemania y Turquía desaconsejaron a sus ciudadanos que viajen a China, mientras Francia y Estados Unidos (EEUU) preparan la evacuación de sus ciudadanos.
Alemania confirmó un primer caso de contagio al igual que Camboya, con lo cual el número de países con personas afectadas alcanza a 15, entre ellos China, EEUU, Francia, Australia, Japón, Malasia, Singapur, Corea del Sur, Taiwanm Tailandia, Vietnam, Nepal, Canadá.
El primer ministro chino, Li Keqiang, llegó ayer a Wuhan, primera visita de un dirigente del régimen comunista a la ciudad desde el comienzo de la epidemia en diciembre.
En los hospitales de Wuhan, la situación es caótica: los pacientes tienen que esperar horas antes de poder ver a un médico. Ante esta situación, se están construyendo dos hospitales de un millar de camas cada uno, que estarán listos en el tiempo récord de menos de dos semanas.
“La capacidad de propagación del virus se reforzó”, indicaron funcionarios sanitarios chinos, aunque dijeron que este nuevo coronavirus “no es tan potente” como el virus del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), origen de una mortal epidemia entre 2002 y 2003, que dejó cerca de 750 muertos. (Vía: Página Siete).