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Condecoran a don Zenobio, el agente de Tránsito honorario

(erbol).- El comandante nacional de la Policía, Yuri Calderón Mariscal, a nombre de la institución verde olivo, entregó la Condecoración al Mérito en el Grado de Caballero a Zenobio Mamani, agente de Tránsito honorario, a quien la entidad del orden considera un “miembro voluntario de la familia policial”.

“Queremos hacerle entrega de una Condecoración al Mérito en el Grado de Caballero  porque usted se  ha desempeñado como un policía de honor hasta los últimos días”, expresó Calderón a Mamani al momento de entregarle el reconocimiento.

Don Zenobio también llegó a recibir por parte de la Policía, un uniforme de oficial de Tránsito, el que guardaba en su casa como el más preciado tesoro.

“Toda la Policía Boliviana y la sociedad boliviana y paceña reconocen el trabajo que ha desempeñado”, aseguró el jefe policial y dijo que el reconocimiento es una expresión del cariño y del agradecimiento que se le tiene.

“¡Gracias!”, exclamó don Zenobio, quien abrazó al general Calderón.

Agrego además el Comandante, que Mamani es un “ejemplo de vida” para los policías de honor, que deben ser “trabajadores y decididos”.

Néstor Zenobio Mamani, que por mucho tiempo colaboraba con el orden de circulación vial en la zona de Mallasa, en los últimos días fue atendido en el Hospital Municipal de Los Pinos y después llevado a un hogar de acogida luego de que se verificó que no cuenta con familia conocida, informó la Alcaldía.

“Don Zenobio llegó en malas condiciones esa vez y después de haber sido valorado por el servicio de Emergencias, se constató que los problemas de salud tenían larga data, entre ellos una neumonía adquirida en la comunidad, además de una deshidratación severa que le causó fallas renales además de demencia degenerativa, por esta razón se internó al paciente”, informó El director del hospital municipal, Álvaro Cabezas.

Ante la ausencia de familia, la Secretaría Municipal de Desarrollo Social gestionó que el paciente pueda ingresar a alguna de las casas de acogida del municipio. Es así que fue destinado al centro de acogida Rosaura Campos, ubicado en la calle Yanacocha, casi esquina Sucre.

Cabezas pondera que el señor era policía honorario puesto que no recibía salario, ordenaba el tránsito de buena voluntad y lo hacía todos los días. De igual modo, el funcionario cuenta que como Mamani no tenía un hogar, los vecinos, que le tenían mucho cariño, le daban un espacio en sus viviendas para dormir y alimentarse.

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