Una estudiante de la carrera de Derecho recibió 400 bolivianos por firmar como garante del violador serial y feminicida Richard Choque Flores.
M. N. F., la universitaria que prestó su firma para garantizar al múltiple criminal se presentó voluntariamente a declarar en la Policía, después de escuchar su nombre dentro de las investigaciones del caso.
En su declaración, la estudiante relató que en diciembre de 2019 fue contactada por su amiga de universidad J. T., quien le ofreció ser garante y la invitó a su oficina en un edificio de la calle Socabaya, según Erbol.
En ese local conoció a la abogada Marlene P., ahora aprehendida por el caso, con quien su amiga la convenció de firmar la garantía de Choque a cambio de 400 bolivianos.
En un principio la joven se negó, pero le insistieron con la explicación de que Richard estaba acusado por un robo que supuestamente no cometió y el hecho estaba en investigación.
«La verdad no sé a quién garantice, no indagué nada mas ya que confié en mi amiga, ella decía que es su amigo y que fue inculpado», testimonió M .N. F. a los oficiales que siguen la causa.
La estudiante le contó a la Policía que después de firmar como garante del violador serial fue a comer salteñas con su amiga, quien le pagó 400 bolivianos en billetes de 100.
M. N. F. indicó que actuó «de buena fe» y que se sorprendió a escuchar su nombre relacionado en el escándalo del violador y feminicida múltiple, por lo que se comunicó con su amiga para reclamarle.
Ésta le dijo que no tendría problemas porque Choque no se había dado a la fuga y, ante la insistencia de la universitaria, respondió molesta que nadie le obligó a firmar el documento y, además, se le había pagado por su firma.
«Mi persona actuó de buena fe, yo sólo ayudé a mi amiga, ella me pidió ayuda, incluso me siento una víctima, nunca se me informó que la persona a garantizar era un asesino rematado, si me avisaban de esto no lo habría hecho», indicó la garante.
Richard Choque Flores es un violador serial con al menos cuatro víctimas fatales en su prontuario. Fue encerrado y pese a su condena fue beneficiado con detención domiciliaria.
En esa condición, el año pasado ultrajó, quitó la vida y enterró en su casa a dos jóvenes reportadas como desaparecidas.
Vía: Página Siete
Ph: El Deber