Sebastián Piñera anunció una «modernización» en la institución, tras la crisis desatada por el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca.
El presidente de Chile Sebastián Piñera pidió este jueves la renuncia del jefe de la Policía militar Carabineros, Hermes Soto, mientras que otros diez altos mandos abandonaron la fuerza.
La salida de los uniformados fue confirmada por el propio mandatario durante una conferencia de prensa brindada en La Moneda, la casa de gobierno de ese país sudamericano.
Según Piñera, la medida fue adoptada «con el propósito de generar un nuevo alto mando», que permita la país «enfrentar con eficacia» el momento que atraviesa el cuerpo policial, que ha sido blanco de críticas.
«Como presidente he llegado a la conclusión de que Carabineros necesita un nuevo liderazgo para enfrentar con velocidad y eficacia los problemas que lo aquejan en el presente y los desafíos que deberá enfrentar en el futuro», sostuvo el jefe de Estado.