(Página Siete).- La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) detuvo en el municipio cochabambino de Quillacollo dos cisternas de combustible que llevaban 850 kilogramos y 680 gramos de cocaína del Perú. La investigación apunta a un clan familiar.
Los detenidos fueron identificados como Félix Ávila Figueroa, de 40 años, y Richar Herlán Roca Ávila, de 31 años. Ambos son de nacionalidad boliviana. Los uniformados sospechan que los responsables del tráfico de esta sustancia son los miembros de un clan familiar, debido a que los conductores son parientes.
Según el director nacional de la Felcn, Maximiliano Dávila, los efectivos de inteligencia están tras las pistas de más integrantes de esta organización familiar. Se conjetura que transportaban pasta base de cocaína desde Perú hasta Santa Cruz, para refinarla y luego enviarla, vía terrestre o aérea, a Brasil.
Según el reporte, el domingo a las 15:45, en el retén Suticollo, los efectivos detuvieron dos cisternas, una blanca y la otra negra, marca Volvo. Al examinarlas, los oficiales se percataron que había paquetes de cocaína dentro de compartimientos especiales envueltos en papel estañado.
“La estructura de estas cisternas se encontraban con alteraciones, identificando la existencia de un compartimiento prefabricado (…). Usando amoladora se realizó un orificio donde se encontraron (las sustancias ilegales) al interior”, reportó en el informe emitido por la Felcn.
Producto del operativo –que se denominó Cabañas– en la primera cisterna blanca, con placa de control 2425-DNI, se encontraron 400 paquetes en forma de ladrillos, forrados con cinta masquin de color plomo, con 426 kilogramos de droga.
“En su interior había una sustancia blanquecina con color y olor característico a cocaína, la cual fue sometida a la prueba de campo, narco-test, dando resultado positivo para cocaína”, informó Dávila.
En la segunda cisterna, color negro con placa 2453-LXI, se confiscaron 400 paquetes, cuyo contenido coincidía con lo descubierto en el primer motorizado. El peso del contenido era de 424 kilogramos con 220 gramos. “(La) afectación aproximada al narcotráfico (es) de 4,493.400 dólares americanos”, dijo el director de la Felcn.
Dávila afirmó que se trataba de un trabajo “profesional” de tráfico de esta sustancia, debido a la forma en la que estaban camuflados los paquetes, entre la estructura del chasis. Además, las envolturas de papel estañado tenían el fin de burlar los controles de escáner en los puntos de control.
